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Bancos están faltos de liquidez

Grecia dice “no” a más reformas fiscales y pone en peligro a su sector financiero y a Latinoamérica

Grecia podría declarar un default y no pagar 1.600 millones de euros (unos US$1.800 millones) que debe abonar al Fondo Internacional (FMI) y esto podría tener consecuencias para Latinoamérica.

ANPanamá

(Ciudad de Panamá – ANPanamá). El 61% de los griegos decidieron decirle “no” a las exigencias Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, que pedían más ajuste fiscal para la extensión de un programa de ayuda financiera.

Los griegos hicieron caso omiso a las advertencias de varios líderes europeos, que habían advertido que votar “no” podría signficar una eventual salida de Grecia de la eurozona, sin embargo, el primer ministro Alexis Tsipras aclaró que no era una votación contra europa.

De acuerdo con un analisis realizado por BBC mundo exisiten varios escenarios luego del rotundo “no” de los griegos. La primera consecuencia que se vislumbra es que Grecia sea sacada de la eurozona.

Los ministros alemanes, así como los líderes de Italia y Francia, veían el referendo como una votación para decidir si quedarse o salir del euro.

Efecto en Latinoamérica

La crisis griega no solo amenaza la estabilidad de la Unión Europea, sino que incluso pordría tener repercusiones en Latinoamérca. El miedo a un posible contagio de un default en la región no es nuevo.

Ya hubo temores similares tras la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers, en 2008. En este caso, las consecuencias dependerán de cómo salgan Grecia y Europa de la situación actual.

En el corto plazo, la crisis griega puede provocar "una volatilidad mayor en los mercados y aumentar la aversión al riesgo" de los inversores internacionales, explicó Carlos Quenan, profesor de Economía de la Universidad de la Sorbona, en París, durante una entrevista con BBC Mundo.

Explicó que ante esta situación, el dólar se aprecia por su condición de moneda segura y esto provoca una depreciación en las monedas regionales en su cotización frente a la divisa estadounidense.

"En países como Brasil, que ya está sometido a tensiones inflacionistas, puede ser un problema", dice Quenan.

El profesor matiza, sin embargo: "Son movimientos tenues que no tendrán un impacto grave".

Otra cosa es el efecto que la crisis griega puede tener no inmediatamente, pero a corto plazo.

Si Grecia deja de pagar y se empieza a plantear una salida de la eurozona, esto (sumado a otros factores) podría afectar a la dinámica de crecimiento de la zona euro.

Si la inestabilidad política se suma a la crisis griega, y la economía europea se ve afectada, esto incidirá con toda probabilidad sobre las economías latinoamericanas.

"Si hay una recaída en Europa, los países más afectados serán los más dependientes de la venta de materias primas", dice Quenan.

La reducción de ingresos por exportaciones puede afectar a Argentina, Ecuador, Chile o Brasil, donde agravaría las dificultades ya existentes por su déficit en la balanza de pagos.

Inminete salida de eurozona

El vicecanciller de Alemania, Sigmar Gabriel, dijo en la noche de este domingo que el primer ministro griego había "derribado los últimos puentes, a través de los cuales Europa y Grecia podían transitar para alcanzar un compromiso".

Asimismo, el presidente del eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem dijo que está ahora en manos de Grecia llegar "a las difíciles medidas y reformas" necesarias para salir adelante.

Y la primera ministra de Polonia, Eva Kopacz, se sumó a los comentarios diciendo que tendrá ahora lugar "una nueva etapa, con (Atenas) dejando la zona euro".

El sector financiero griego podría ser el más afectado e incluso los bancos, que se encuentran cerrados desde el mes de junio corren el riego de colapsar por falta de liquidez. el Banco Central Europeo les congeló las líneas de crédito a los bancos griegos, que se vieron obligados a congelar los retiros de depósitos. El gobierno griego prometió que si ganaba el "no" en el referendo esto incitaría a los bancos a volver a abrir este martes.

Pero para reabrir necesitan recapitalizarse. Y para ello hay dos opciones: con dinero público europeo o dinero público griego. No obstante, parece improbable que el Banco Central Europeo decida este lunes aumentar la Asistencia de Liquidez de Emergencia.

En un principio esto podría suponer el fin del sistema bancario griego, ya que según su patronal dispone de menos de 1.000 millones de euros en efectivo, a pesar del corralito de la última semana, con 60 euros por persona como límite diario.

Así que una potencial opción sería que los bancos abrieran con una moneda paralela, antes de reactivar la antigua moneda griega, el dracma.

Aunque también puede que este posible escenario haga recapacitar a la Unión Europea y decida recapitalizar el sistema bancario griego y rescatarlo.

Reclamo millonario

Sin embargo, el mayor acreedor de Grecia, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), financiado por los miembros de la zona euro y creado en 2010 para hacer frente a la crisis de deuda soberana europea, ya amenazó con reclamar los más de 130.000 millones de euros (unos US$143.000 millones) que le debe el gobierno de Atenas.

A pesar de la sombría situación, al parecer no todo esta perdido para Grcia. En una entrevista ofrecida al diario español El Mundo antes de saberse el resultado del referendo y de presentar su renuncia, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, insistía en que ganara la opción que ganara este lunes habría un acuerdo con la Unión Europea.

"Si gana el no Tsipras viajará el lunes a Bruselas y logrará un acuerdo mejor, y al día siguiente, el martes, los bancos griegos volverán a abrir sus puertas", declaraba.

Y es que, aunque por el momento parezca improbable, el primer ministro griego dejó servido el marco para un acuerdo.

Además, las reformas que acordó días antes del referéndum no estaban muy lejos de lo que la eurozona y los acreedores le exigen a Grecia.

Lo que Tsipras había pedido era una prórroga para evitar el impago y tener así tiempo para negociar un tercer rescate o bailout de 29.100 millones de euros (unos US$32.000 millones).

De retomarse las negociaciones, el primer ministro griego contará ahora con un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicado tres días antes del referendo.

Éste reconoce que la deuda pública griega, que asciende a 400.000 millones de euros (unos US$441.000 millones), un 180% de su PIB, es "insostenible".

Pero para que el sistema bancario sea recapitalizado, Grecia necesitaría tener acceso al fondo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus siglas en inglés), creado en septiembre de 2012 y con una capacidad de préstamo máximo de 500.000 millones de euros (unos US$551.000 millones).