Servicios públicos y turismo, claves para el desarrollo final de Panamá Oeste.

Ricardo González Jiménez

(Ciudad de Panamá – ANPanamá). Con la Línea 3 del Metro ya en planes, y que probablemente sea una realidad para el 2020 y un cuarto puente sobre el Canal, puede ser definitivo para que la región de Panamá Oeste se convierta en una urbe que iguale o compita con la ciudad de Panamá, sin embargo estas obras no son suficientes para alcanzar este desarrollo.

De acuerdo con, Mike Magallón, economista y socio de la firma MENS Consultores, todavía

el gobierno debe invertir en darle una seguridad de servicios públicos al área, especialmente electricidad y agua.

También se debe explotar más el turismo, y el agro, dos rubros con mucho potencial y que el gobierno se ha olvidado a través de los años. “El futuro es prometedor, y tanto la empresa privada como el gobierno debe seguir invirtiendo en Panamá Oeste, lo demás llegará solo y por añadidura”, destacó el economista.

La décima provincia, y la más nueva en el territorio nacional, se ha ido desarrollando poco a poco, casi de la misma forma como el ex-distrito especial de San Miguelito. Pero a diferencia de este último, Panamá Oeste ha ido mejorando poco a poco, pasando sus distritos más grandes de ser unos meros dormitorios a ser ciudades pujantes y en pleno crecimiento.

Arraijan y La Chorrera han evidenciado crecimientos interesantes. Ambas han ido creciendo como consecuencia de la falta de espacio en la ciudad de Panamá, y a los altos precios de las viviendas como consecuencia de lo primero, y en vez de buscar nuevos horizontes en el Este de Panamá, prefirieron desarrollar Arraiján y Chorrera, poco a poco.

Las principales ciudades de la décima provincia, Arraiján y La Chorrera, alcanzaron en 2010 los 382.000 habitantes, cuando 20 años atrás sumaban 274.000, un incremento de 39% o de 108.000 habitantes.

Según Magallón el desarrollo del sector laboral de Panamá Oeste igualmente debe ser un punto clave y al igual que los bienes raíces, que pasaron de ofrecer casas de interés social a residencias de hasta US$250.000, el miso debe dar un salto de calidad.

“Es necesario hacer un instituto hotelero y también debemos empezar con el entrenamiento en este sector desde los estudiantes del segundo ciclo, ya todos los hoteles de esta área tienen más del 90% de sus empleados de las comunidades aledañas, pero todavía hace falta personal”, sostuvo Magallón.