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Entrevista

Urrutia:"Tenemos un reto regulatorio, pero podemos controlarlo"

Este martes 6 de octubre, la Secretaria Nacional de Energía presenta su Plan Energético 2015-2050, con el cual esperan tener un planeamiento y conocimiento de los escenarios a los que se enfrentarán en el futuro dentro del sector.

José Antonio Gil Arias
(Ciudad de Panamá-ANPanamá).
 La Secretaría Nacional de Energía presenta su Plan Energético 2015-2050, con el cual espera desarrollar estrategias y conocer los escenarios a los que se enfrentará el sector en el futuro. ANPanamá conversó con el secretario Nacional de Energía, Víctor Urrutia, para conocer cuál es la situación  a corto y mediano plazo.

Urrutia también se refirió a la reciente licitación de 350 megavatios adjudicada a una filial de la empresa de generación AES. El ingeniero reconoce que el “control del mercado es un reto regulatorio”, pero que tiene las herramientas para mantenerlo bajo control.

¿Cuál es la situación energética actual?

La demanda eléctrica en Panamá ha estado creciendo a un ritmo acelerado, entre 6% y 8%, producto del desarrollo económico del país, por lo menos desde el 2008 _por toda la actividad económica, el Canal (ampliación) y otros proyectos_ y que ocasionó un aumento en la demanda eléctrica que en algunos momentos nos ha hecho pasar trabajo, pero desde hace un año se está incorporando más generación. Además, están por entrar tres plantas adicionales, producto de una licitación realizada el año pasado y que deberían estar en funcionamiento antes del inicio del próximo verano. Por ello, a pesar de que estamos enfrentando un fenómeno de El Niño y tendremos, muy probablemente, menos aportes hídricos, no esperamos tener problemas este año  ni el próximo.

¿En qué se enfoca la Secretaría en este momento?

La Secretaría está más enfocada en su papel primordial, que es el planeamiento de largo plazo, hemos iniciado un estudio a muy largo plazo, a 2050, con el que no esperamos tener todas las respuestas, pero sí pretendemos entender en qué dirección nos tenemos que mover frente a los diferentes escenarios que se nos puedan presentar. Ese programa vamos a presentarlo, ya tenemos una propuesta y la consultaremos con todos los sectores, con el fin de nutrirla y mejorarla. La idea es que este plan se revise con periodicidad.

Usted habló de tres nuevas plantas, ¿de cuánto es la inversión y cuánta su capacidad?

Estas plantas suman 180 megavatios adicionales, son térmicas y se están construyendo simultáneamente cerca de la ciudad. La idea es que sean un apoyo, ya se han instalado algunas otras plantas con el mismo fin, para que no tengamos necesidad de racionamiento.

La inversión es privada, nosotros hemos contratado la energía que producen estas plantas, pero por el tamaño podría estar por el orden de los US$200 millones, no manejamos la cifra exacta.

¿Se estima un potencial de inversión de US$5.000 millones en el sector energético para los próximos cinco años?

Ese número se está pensando en la necesidad instalada que requiere el país para soportar un ritmo de crecimiento calculado en 100 megavatios por año. Si estos se obtienen de la instalación de plantas térmicas con tecnología barata, podría costar US$150 millones, pero si es energía renovable, serían entre US$300 millones a US$400 millones la inversión. Tomando en cuenta esto, en un periodo de cinco años el sector estará necesitando esa cantidad (US$5.000 millones), y la mayoría debe ser privada. El Estado, a través de la Empresa de Transmisión, tiene su plan de inversión, que ronda por US$1.000 millones. En el único proyecto de generación en el que el Estado participa es en Changuinola II y quizás en el desarrollo de la línea de interconexión con Colombia.

¿Están apostando a las térmicas, por qué solo se está licitando para este tipo de generación?

Apuesta es una palabra muy fuerte. Nosotros necesitamos una mezcla y todas las tecnologías se deben poder desarrollar, pero las energías renovables, incluyendo la hidro, que es la tradicional, así como la solar y la eólica, tienen el mismo problema, y es que son intermitentes, y depende de condiciones climáticas y del capricho de la naturaleza. Esos sistemas, por lo general, se combinan con desarrollo térmico e interconexiones, que te permitan tener fuentes más confiables porque tienes alternativas. Nosotros hemos encontrado un parque térmico antiguo y un poco deteriorado, y hasta más pequeño de lo que debería ser, por eso hemos hecho los esfuerzos, primero a corto plazo, buscando inversiones que no son, necesariamente, las más eficientes o económicas, pero que se pudieron instalar con cierta velocidad.

Para largo plazo, necesitamos instalaciones con más capacidad, más confiables y precios más atractivos. En ese sentido, hace poco se abrieron las propuestas para un contrato de suministro de energía para 350 megavatios de potencia de energía asociada y esas plantas son térmicas. Se recibieron cerca de 27 propuestas y resultó ganador un combustible nuevo, que es el gas natural. Este se considera el combustible del siglo XXI, por sus ventajas de precio y que es menos contaminante, ya que es liviano y produce menos CO2.

Con respecto a la licitación adjudicada a AES, hay señalamientos de que por el volumen del mercado que manejan tendrían control, e incluso se pone en duda que logren tener instalada la planta a tiempo. ¿Qué nos puede decir?

El control del mercado es un reto regulatorio. La situación no es ilegal y tenemos las herramientas reguladoras para mantenerla bajo control, el abuso de posición dominante es ilegal. Cualquier empresa competente puede hacer esa obra en el tiempo y el precio es bueno, creo que para ambos.

¿Cómo está distribuida la matriz de generación eléctrica en Panamá?

El año pasado tuvimos cerca del 60% de generación hidráulica, la eólica no fue muy importante, al igual que la solar, que fue casi imperceptible. El resto se produjo con petróleo y algo de carbón. Para este año ya hemos visto la entrada de un parque eólico que cada día se hace más importante, no se ha terminado de instalar por completo y tiene una contribución que pudiera estar cerca del 4%. La participación de las hidroeléctricas pudiera verse levemente reducida por la falta de agua que ha habido durante este año.

Por otro lado, tenemos la instalación de nuevas planta solares, que suman unos 30 megavatios, y hay nuevas que se están construyendo por iniciativa privada. En los próximos dos años deben instalarse más plantas eólicas, que ya fueron contratadas y sumarán alrededor de 230 megavatios al sistema. Lo importante de este tipo de generación es que su instalación es compatible con otros usos del terreno, lo que permite agricultura o ganadería, por ejemplo.

Pasemos al ahorro, ustedes hablan de que se ha logrado un 4% en el sector gubernamental. ¿Por qué no lograrlo en el resto del país?

En Panamá tenemos el cliente residencial pequeño, allí es poco lo que podemos hacer porque no consume mucho y en general se consume lo que se necesita; el segundo es el residencial grande, allí haría falta voluntad, y luego está el industrial que, a mi parecer, son los únicos que están haciendo lo que hemos logrado en el gobierno, que tiene una o dos personas que están mirando el tema energético permanentemente. Pero existe una gama importante dentro de los clientes comerciales cuya actividad no está relacionada al tema energía. Por  ejemplo, un banco, pero tiene un alto consumo, ya que tiene grandes instalaciones con luces, equipo, refrigeración, pero no tiene a nadie administrando el tema energía porque este no es parte de su negocio principal. Si logramos que exista dentro de estas empresas alguien velando por el tema del consumo energético, eso haría una diferencia.

Existen otras cosas que estamos haciendo en el tema del ahorro, que van más relacionadas a temas de construcción. Para ello se ha incorporado el Panama Green Building, con el fin de establecer, eventualmente, nuevas normas de construcción que permitan hacer los edificios energéticamente más eficientes.

Por otro lado, la Secretaría tiene planes de ahorro que estamos divulgando. Si nosotros podemos implementar de forma importante los planes de ahorro, podemos reducir las necesidades de crecimiento.