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La transición a una alimentación saludable

Sports & Health

(Ciudad de Panamá-ANPanamá)T odos sabemos que es malo comer mucho y mal; sin embargo, cuando comemos ciertos alimentos cargados de grasa, azúcares y sal sentimos que no podemos dejar de comerlos. Hoy día no sólo comemos lo que necesitamos, si no lo que nos gusta y es normal que nos guste el azúcar. Algunas preferencias alimentarias están marcadas desde que nacemos; el ser humano tiene una atracción innata por lo dulce, incluso los alimentos dulces tienen propiedades analgésicas, especialmente en los niños.

El sabor dulce nos indica presencia de energía en los alimentos y en otras épocas donde las opciones de comida no eran tan ilimitadas, era esencial elegir alimentos que representaran la mayor fuente de energía. Es natural que nos guste la grasa, la sal y el azúcar porque así se detectan las calorías para sobrevivir, además estos tres ingredientes interactúan entre sí con los centros de placer del cerebro, de tal manera que si se consumen grandes cantidades de los mismos pueden llegar a ser adictivos, así como ocurre con el tabaco y el alcohol. 

Por lo tanto, dependiendo del grado de dependencia a estos alimentos debemos hacer la transición de manera gradual y progresivamente. Y lo más importante es tener claro que para eliminar los malos hábitos alimenticios, se requiere de tiempo y paciencia. Hay que hacer cambios para llevar un estilo de vida saludable de por vida y no por una moda pasajera o  por solo bajar de peso.

El peso no debe ser nuestra meta final, aunque es una recompensa que obtenemos al tener buenos hábitos de alimentación, pero al llegar o acercarse a ese peso deseado, la tendencia general es relajarse o incluso abandonar los hábitos saludables y todo vuelve a empezar, se convierte en un círculo vicioso de subir y bajar de peso en el que es más difícil lograr el objetivo de pérdida de peso.

Mientras menos estemos expuestos a las malas combinaciones de alimentos e ingredientes,  y logremos limpiar por completo nuestro organismo, menos desearemos comer mal, y será más fácil controlar las porciones que ingerimos.

PASO 1:

El primero paso que debemos dar es querer conscientemente cuidar nuestro cuerpo, fijarnos metas, si hay un tropiezo, simplemente retomarlo inmediatamente. Tenemos que estar claros que cada cuerpo es distinto, para algunos será más difícil lograr resultados, pero todos  somos capaces de modificar nuestros hábitos, por lo tanto es cuestión de comprometerse con uno mismo.

PASO 2:

No hay que sentirse culpables ni con falta de fuerza de voluntad, sabemos que es difícil el manejo al momento de depurar nuestros hábitos, es un tema de costumbre. Es importante deshabituarse a las altas dosis de grasa, azúcar y sal, y bajar ese umbral de satisfacción que se experimenta al comerlos, hay que irlos dosificando en la alimentación a nuestro ritmo, pero siendo constantes y progresivos en avances. Si comemos bien un día y luego mal al siguiente no lograremos ese equilibrio, porque seguimos expuestos a los detonantes del descontrol alimentario.

PASO 3:

Comer saludable involucra ingerir alimentos frescos, evitando los ultraprocesados, que contienen conservantes, colorantes, saborizantes artificiales, grasas, sal y azúcar en exceso. Sin dejar de mencionar la forma como preparamos nuestros alimentos en casa porque se puede agregar a una preparación casera grasas, azúcar y sal en exceso y sin darnos cuenta. Una ensalada hecha en casa con aderezos puede ser incluso más calórica que una hamburguesa. Los condimentos que se usan como sazonadores son otros elementos que perjudican la calidad de los alimentos, por lo que es uno de los primeros cambios que hay que realizar durante la transición al estilo de vida saludable.

PASO 4

Además no solo hay que modificar los hábitos alimentarios, también hay que lograr un equilibrio en la hidratación, actividad física, el descanso, la paz mental y el control del estrés. Lo más acertado es hacer esta etapa de transición aceptando no lograremos todos los cambios de una sola vez, esto nos ayudará a no abandonar nuestro propósito al primer error. Por ejemplo: un niño cuando empieza a caminar, no se rinde cuando se cae y se esfuerza hasta poder hacerlo y cuando empieza a caminar no lo hace perfectamente, es un proceso de mejoras hasta que aprende a caminar y luego a correr y lo disfruta mucho.  Lo mismo te sucederá a ti, si realmente estás dispuesto a  llevar un estilo de vida comprometido contigo mismo, con tu cuerpo y tu salud.

Artículo de Sports & Health