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Grasa localizada. ¿Qué hacer?

Fanny De Cardoze /Sports & Health

(Ciudad de Panamá-ANPanamá). El ejercicio es una forma efectiva para reducir grasa corporal,  el proceso de pérdida de grasa a través del ejercicio, es iniciado por una respuesta hormonal que se produce por el requerimiento calórico extra. Debido a este estímulo, varias hormonas y enzimas son producidas y enviadas al torrente sanguíneo para comenzar la movilización de depósitos grasos. El torrente sanguíneo lleva estas hormonas y enzimas por todo el cuerpo, incluidos  pequeños capilares y a la circulación.

Dichas hormonas y enzimas no son llevadas a un punto localizado de nuestro cuerpo, sino al torrente sanguíneo que recorre todo el cuerpo. Por tanto, todo el tejido graso corporal es estimulado al mismo tiempo para liberar la grasa. Es fisiológicamente imposible conseguir la pérdida localizada de grasa,puesto que es imposible que la respuesta hormonal llegue de forma más marcada a un área determinada.

El exceso de estrés y la falta de descanso apropiado hacen que seamos propensos a acumular grasa abdominal, todo ello se da porque estas condiciones crean un desbalance hormonal que hace que se acumule principalmente grasa visceral, que es la que rodea los órganos. La grasa subcutánea es más difícil de bajar, esa es la grasa que se acumula bajo la piel, es el llamado tejido adiposo y la responsable de la grasa localizada.  

Lo primero que debemos tener presente es que es imposible perder grasa localizada, únicamente se puede retirar grasa localizada a través de una liposucción.

En cuanto a la alimentación, podemos decir que no hay fórmulas mágicas ni alimentos especiales que estimulen  la pérdida de grasa corporal. Cualquier alimento por sano que sea, sí abusamos de él nos hará acumular grasa.

La alimentación saludable, el ejercicio regular, el descanso apropiado, la correcta hidratación y el manejo del estrés son los pilares de un estilo de vida saludable que te ayudará a reducir la grasa de tu cuerpo.

¿Cómo iniciar una vida saludable?

Come 5 ó 6 veces al día, comidas más pequeñas: comer varias veces al día ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre y evitar los antojos durante el día.

Consume carbohidratos complejos naturales de bajo índice glucémico: camote, avena, arroz integral, quínoa y/o plátano no muy maduro. Si te cuesta bajar de peso, es importante que los consumas en desayuno y almuerzo en pequeñas  cantidades y omítelos en la cena.

Consume frutas y vegetales: estos también son carbohidratos saludables, en el caso de las frutas que contienen fructosa debes tener moderación. La fructosa en exceso hace que se acumule grasa fácilmente,  sobre todo la fructosa procesada de los jugos, sodas y alimentos empacados. Sin embargo, si abusas de la cantidad de fruta en jugos naturales, licuados o ensaladas no verás resultados. Los vegetales son principalmente fibra que el cuerpo no puede digerir, son bajos en calorías, ricos en agua y  contienen antioxidantes que  mejoran el  funcionamiento del cuerpo. Al no ser digeribles las fibras expone a tu cuerpo a trabajar extra, para separar los componentes asimilables de los no asimilables. 

Entrena con pesas o con esfuerzo: aceleras el  metabolismo y moldeas tu cuerpo, quemando más grasa.

Haz intervalos de alta intensidad: tres veces a la semana, no en ayuno.  Esto ayuda a que tu cuerpo emplee mayor cantidad de grasa durante el entrenamiento, y  así aprovecharás  el tiempo durante tu rutina.

Emplea grasa saludable como: el aceite de oliva o de coco, las semillas, nueces, aguacate y la grasa del salmón. Debes ser moderado en su uso ya que son ricas en calorías y no debes abusar de su consumo. Evita las grasas procesadas de margarina, mayonesa, la grasa de la leche y sobre todo aléjate de las grasas trans que se encuentran en alimentos procesados y de pastelería. 

Consume agua en cantidad: la recomendación mínima son los dos litros; si puedes, consume más para reponer las pérdidas por el ejercicio y la temperatura ambiental calurosa.

Utiliza proteínas magras: la proteína de las carnes blancas, huevos y yogurt griego bajo en grasas son opciones que puedes emplear. La proteína tiene un efecto que satisface y evita el descontrol en la alimentación, además la digestión de la misma es más compleja por lo que pone a tu metabolismo a trabajar más, aumentando el gasto de energía.  Ayudan a la síntesis de masa muscular, siempre y cuando tengas el estímulo del ejercicio.  Si tienes una buena proporción de masa muscular, tu cuerpo tendrá menos tendencia a acumular grasa.

Con paciencia y constancia, llevando un estilo de vida saludable lograrás eliminar los depósitos de grasa acumulada, la alimentación es fundamental para lograrlo. No creas en los famosos alimentos quema  grasa aunque la mayoría sean alimentos saludables, un alimento por sí mismo no estimula la utilización de las grasas, al contrario te puedes desanimar al no ver los resultados esperados que prometen con la publicidad engañosa.

Artículo de Sporth & Health.