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Chemito cayó, la rivalidad se mantiene

Héctor Villareal /Sports&Health

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(Ciudad de Panamá-ANPanamá) Panameños y japoneses han destacado siempre en las clasificaciones mundiales del boxeo, desde la categoría mínima hasta el peso ligero.

Docenas de enfrentamientos de campeonato mundial se han realizado entre púgiles de ambas nacionalidades, la mayoría de ellos en territorio nipón, considerado uno de los países donde es más difícil vencer al peleador local.

A pesar de esto, varios fueron los canaleros que obtuvieron triunfos en Japón, principalmente durante la gloriosa década del 70. El prestigio del boxeo panameño fue dado a respetar en suelo japonés por grandes monarcas como: Jorge Luján, Alfonso López, Jaime Ríos, Eusebio Pedroza e Hilario Zapata, quien se paseó invicto en cinco pleitos realizados en el lejano país asiático.

Desde la última Victoria de Zapata en 1986, se hicieron menos frecuentes los choques entre púgiles de ambas naciones y hubo dominio nipón sobre los pocos istmeños que viajaron hasta Asia para encuentros de títulos universales.

Esa sequía de triunfos de panameños en disputas mundialistas como visitantes terminó el 31 de diciembre de 2011 cuando Celestino Caballero derrotó por puntos a Satoshi Hosono para retener el título mundial pluma de la AMB.

Con el triunfo de “Pelenchín” Caballero Panamá mantuvo el ligero dominio de 18 victorias contra 16 derrotas y un empate, pero en territorio nipón era apenas el triunfo número 12 (solo 3 por KO) contra 17 reveses.

El 2016 ha sido uno de los mejores años para los canaleros en la historia de estos choques. El 27 de abril en Tokio, el campeón mundial interino superpluma de la AMB, Jezreel Corrales, puso fuera de combate en el segundo asalto al local Takashi Uchiyama, hasta ese momento súper campeón de la categoría.

Corrales echó por tierra los pronósticos al acabar con el reinado de 7 años de Uchiyama, propinó el más contundente knock out de un panameño a un japonés en su tierra y le arrebató el cinturón mundial, algo que solo había hecho Hilario Zapata en 1980 al despojar a Shigeo Nakajima del título mini mosca del CMB.

A Corrales le siguió Luis “El Nica” Concepción con un triunfo por decisión unánime sobre Kohei Kono, a quien le arrebató el campeonato súper mosca de la AMB el 31 de Agosto. Era el segundo título mundial logrado por un panameño en Japón en solo 4 meses y sumado al de Zapata, 36 años atrás, era apenas el tercero en la historia.

El escenario era totalmente favorable a Panamá ya que en solo 16 días otro istmeño intentaría coronarse en suelo nipón. Anselmo “Chemito” Moreno retaría por segunda vez a Shinsuke Yamanaka, quien un año antes lo había vencido en una muy cuestionable decisión dividida.

La habilidad técnica de Moreno, su experiencia y el precedente del pleito de 2015, encendieron el optimismo entre los fanáticos panameños que esperaban un tercer cinturón obtenido en Japón en menos de 5 meses.

El combate realizado en la Arena Edion de la ciudad de Osaka comenzó con el esperado dominio técnico de “Chemito” quien estaba a punto de adjudicarse claramente el primer asalto cuando un izquierdazo cruzado de Yamanaka lo envió a la lona.

Moreno se incorporó y de inmediato se escuchó la campana. Durante el minuto de descanso probablemente el panameño meditó sobre su pleito anterior ante el campeón y sobre sus probabilidades de recuperarse de un inicio en desventaja de dos puntos en las tarjetas, y aparentemente decidió salir de su estilo acostumbrado y buscar la definición para no depender otra vez de la apreciación de los jueces.

Los dos siguientes rounds fueron de dominio alterno pero en el cuarto conectó fuertemente a Yamanaka, enviándolo a la lona ante el asombro de los fanáticos que desde semanas antes habían comprado la totalidad de los boletos de entrada.

La campana volvió a sonar y en ese momento se anunció por los altavoces la puntuación oficial ya que el reglamento del CMB obliga a hacerlo cada cuatro vueltas. Dos de los oficiales llevaban a Yamanaka aún en ventaja de un punto (38-37) y el otro tenía la pelea empate (37-37).

Moreno volvió a estremecer a Yamanaka en el quinto capítulo y éste apenas pudo mantenerse de pie. No quedaba duda de que el panameño le había dado la vuelta a las tarjetas para ponerse en ventaja pero la intensidad de los intercambios de golpes se mantuvo y no hubo manera de bajar el ritmo y ejercer el control técnico.

Yamanaka derribó a Moreno en el sexto, evidenciando ya el desgaste sufrido por el istmeño, quien volvió a caer en otras dos ocasiones en el séptimo, aceptando con resignación la detención del combate.

“Este ha sido el primer knock out que me dan en mi carrera y voy a tener 3 meses de suspensión médica para meditar lo que haré con mi carrera” dijo Anselmo Moreno en el camerino mientras esperaba por la prueba antidopaje. “He peleado en peso gallo desde hace 10 años y te aseguro que no volveré a hacer el sacrificio de pesar 118 libras” añadió más tarde.

Subir de peso o volver a ser el estilista dominante de las 118 son las dos principales opciones de “Chemito” ya que a sus 31 años no se le puede considerar acabado, ni muy golpeado como para pensar en retirarse.

El apoyo de más de cien japoneses que lo esperaron por más de una hora para aplaudirlo, obtener su autógrafo o tomarse una foto con él, es el principal indicio de que su agresividad de esta vez gustó más que su estilo usual.

Lo que sí parece haber quedado claro es que la carrera de Anselmo Moreno no terminó al estar sentado en esa esquina viendo al árbitro detener la acción y que su desempeño en Osaka ha servido para avivar la llama de la rivalidad boxística entre Japón y Panamá.

Información de Sports & Health.com