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El uso de la Tecnología en las Políticas de Prevención del Blanqueo de Capitales

Juan Manuel Martans para ANPanamá

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(Ciudad de Panamá-ANPanamá). Quienes estudiamos para titularnos de abogados, así como los profesionales de otras carreras afines a las letras y ciencias sociales, debemos reconocer que la tecnología no es nuestra mayor fortaleza. Sin embargo, entendemos que el mundo de hoy se mueve a pasos agigantados hacia la tecnología, y los servicios financieros no son la excepción. El éxito de una entidad financiera en la actualidad depende en gran medida del uso de la tecnología para hacer más eficientes todos sus procesos de front, middle y back office, permitiéndole así generar mayor capacidad para captar clientes y ofrecer un portafolio más amplio de servicios y productos financieros. Las entidades financieras (y eso es para todo tipo de negocio o profesión) que apliquen nueva tecnología serán cada vez más eficientes y competitivas que aquellas que no lo hagan.

Del otro lado, el sector financiero siendo dinámico por antonomasia es uno de los sectores más expuestos al delito de Blanqueo de Capitales, puesto que los lavadores de dinero tratarán siempre de utilizar el sistema financiero y aprovechar cualquier tipo de producto o servicio legítimo con el objeto de introducir en el sistema dineros provenientes de actividades ilícitas y darles apariencia de licitud. Es por ello, que las entidades financieras en su día a día mantienen una alta exposición a los riesgos legal, operacional y reputacional por la posibilidad de ser utilizadas por los perpetradores de este delito.

En la misma medida que las entidades financieras implementen tecnología para desarrollar sus plataformas de negocios, para captar más clientes y para generar valor, así mismo deben implementarla para robustecer los controles que ayuden a prevenir el Blanqueo de Capitales. Y esto es reconocido hoy día por nuestras normas financieras que, hay que decirlo, derivan en este aspecto de los lineamientos trazados por organismos como la GAFI (Grupo de Acción Financiera) que propenden porque las entidades financieras que captan masivamente recursos de clientes y que frecuentemente presentan estructuras corporativas (en caso de personas jurídicas o incluso familiares) más complejas en donde no es sencillo distinguir al beneficiario final, implementen sistemas y controles eficaces que les permitan identificar, evaluar y entender los riesgos inherentes al Blanqueo de Capitales y que les permitan prevenir este delito.

Y esto sólo se consigue implementando tecnología de punta, que sabemos es muy costosa pero absolutamente necesaria, como lo son las matrices de riesgo parametrizables de clientes y de la propia entidad financiera, los sistemas de información especializados para la revisión y verificación de antecedentes, de sujetos PEP’s o listas negras (OFAC, GAFI, etc.), los sistemas de monitoreo y alertas de transacciones inusuales y sospechosas o sistemas de captura y reconocimiento automático de documentos de clientes y de transacciones. La tecnología es parte de esta ecuación y permitirá a las entidades financieras automatizar sus procesos de conocimiento del cliente y de la relación de negocios con ellos establecida para aplicar los diferentes niveles de debida diligencia y además darle seguimiento transaccional al cliente.

No estoy afirmando que la tecnología reemplazará el análisis humano en las entidades financieras (todavía falta mucho para ello), pero su uso es clave a la hora de prevenir eficazmente el Delito de Blanqueo de Capitales. Ya la época de los procesos manuales, por muy pequeña que sea la entidad financiera, tienen sus días contados por su comprobada falta de eficacia y su gran exposición al error y manipulación humana. Es hora de que realicemos que el uso de la tecnología en la prevención del Blanqueo de Capitales no es un costo sino una inversión, puesto que las entidades financieras que inviertan en tecnología cumplirán en mayor medida las normas y estándares sobre prevención del delito de Blanqueo de Capitales, no permitiendo razonablemente la ocurrencia de este delito. 

Por el contrario, las entidades financieras que no inviertan en tecnología para establecer políticas, sistemas y controles que prevengan el delito de Blanqueo de Capitales, estarán irremediablemente expuestas a acciones administrativas y penales en su contra, desde multas, cierre o cancelación de licencias hasta enfrentar (personas naturales) cargos penales y también pagarán un precio muy alto al avocarse a la pérdida de reputación lo que implica, como lo sabemos, un daño civil o laboral para sus accionistas, directores, ejecutivos y empleados y una muerte comercial para la entidad, lo que es insubsanable y tampoco es medible en términos monetarios.

Es por ello que la implementación de nueva tecnología para aplicar políticas, sistemas y controles y así prevenir de forma más robusta y eficiente delito de Blanqueo de Capitales deber ser considerada hoy día como parte inherente del negocio (Bussiness as usual). 

El autor del articulo es consultor y ex superintendente del Mercado de Valores