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La Nueva generación de empresarios

Uriel Naum /Forbes especial para ANPanamá

(Ciudad de Panamá-ANPanamá). En la oficina de Philippe Garnier, en San José, Costa Rica, no es la estética propia de un desarrollador inmobiliario lo único que sobresale. Lo primero que salta a la vista es su bicicleta de campo traviesa recargada sobre una de las paredes, que utiliza para ejercitarse junto con un grupo de colaboradores al salir del trabajo.

El ejercicio entre empleados forma parte de una práctica que el vicepresidente ejecutivo de Garnier & Garnier impulsó poco después de que asumió ese puesto en la empresa que fundó su padre hace 20 años, y es un componente que representa 5% del bono anual.

No se trata de un capricho impuesto por Philippe. Esto forma parte de una nueva cultura de la organización que tiene su sello y que plantea como objetivos tener empleados saludables y productivos, pero sobre todo que aprendan a trabajar con métodos de estrategia y metas. Porque, “¿qué deportista exitoso hay que no sea estructurado y no tenga claridad en sus objetivos a lograr?”.

Philippe se integró a la empresa en 2008. Él venía de hacer una maestría de Mercadeo en Estados Unidos y de intentar formar su propia empresa inmobiliaria junto con un amigo. Pero era un año muy difícil para el sector. La crisis inmobiliaria provocaba estragos en las principales economías y una reestructura intensa comenzó a gestarse en la industria.

Garnier & Garnier no estuvo exenta de estos cambios. La empresa no sólo se adelgazó en su estructura, sino que renovó la gerencia. La oportunidad para Philippe surgió en medio de la crisis para poner en práctica lo aprendido en la academia y en una trasnacional de la construcción en la cual laboró muy joven.

Su acceso a la empresa no fue en automático. Tuvo que pasar por un proceso de reclutamiento que marcaba el protocolo familiar.

En 2008 y con la crisis inmobiliaria habían que- dado sólo ocho personas dedicadas de lleno a los proyectos (ocho años después suman 60). Dentro de las primeras cosas que impulsó Philippe en la empresa fue profesionalizar cada una de las áreas para que se vieran a sí mismas como administradoras de proyectos. Esto ayudó a Garnier a ser percibida como una estructuradora de negocios y no sólo como una desarrolladora más en el mercado.

El joven ejecutivo impulsó que la empresa dejara a un lado los proyectos pequeños con los que inició de nueve o 15 apartamentos y se inclinara por megaobras; en la actualidad, la empresa hace edificios de hasta 1,400 unidades de vivienda.

También apostó por la diversificación y la empresa comenzó a tener participación en nichos como el industrial. “Si el mercado es pequeño, teníamos la obligación de diversificarnos”, asegura Philippe.

Son varios los proyectos emblemáticos en Costa Rica que tienen el sello de Garnier & Garnier y del joven empresario. Uno de ellos es la Zona Franca Coyol, un clúster de alta tecnología que da empleo a más de 7,000 personas. “Lo hicimos con base en nuestra primera experiencia en Global Park. Es un proyecto con estándares internacionalesque nos ayudó a conceptualizar un segundo parque que tenemos en la ciudad de Cartago.”

Otras obras recientes en las que el despacho se ha visto involucrado son los hoteles Marriot de San José y Los Sueños, al igual que Hacienda Espinal, en la provincia de Alajuela. Se trata de un proyecto de 130 hectáreas, una ‘ciudad’ que tiene lugar en una zona que era 100% rural, que hoy cuenta con colegio y ya se proyectan supermercados.

“Las lecciones que nos dejó la crisis de 2008 y que esta gerencia busca tener presente son varias. Una de ellas es estar diversificados. Cuando las empresas están sólo en un nicho las crisis pegan más fuerte. También nos enseñó que cualquier proyecto debe estar respaldado por ‘plata’ para hacer frente a tus res- ponsabilidades”, comenta Philippe.

El joven directivo ahora pretende llevar la empresa a una etapa de internacionalización. “Estamos poniendo atención en Colombia, Perú y Estados Unidos”, asegura. Los dos países latinoamericanos

le interesan porque considera que pueden agregar valor a su industria inmobiliaria, “pues está en manos de constructores y no de firmas con una visión holística de desarrollo inmobiliario”. Por supuesto, su crecimiento económico es un incentivo fuerte para él (se estima que en 2018 crecerán 3 y 3,8%, respectivamente).

Philippe considera que es necesario pensar más en proyectos verticales dentro y fuera de Costa Rica, al igual que en desarrollos múltiples que combinen comercio, oficinas y vivienda, y no sólo por un tema de movilidad que requieren las ciudades, sino también por las preferencias de las nuevas generaciones que buscan tener una mejor calidad de vida basada en tiempo libre y esparcimiento.

“Cuando tengo dudas busco a mi papá, que prácticamente está a un lado de mi oficina; él me apoya con su visión y experiencia. A mí me toca crecer el negocio”, concluye el vicepresidente ejecutivo.

Como Philippe, otros jóvenes empresarios de Centroamérica encabezan importantes cambios en las empresas que fundaron sus padres o abuelos para darles nuevos bríos rumbo a las próximas décadas.

El Nuevo Liderazgo

Fernando Poma

Miembro de la cuarta generación de la familia poma, es el actual vicepresidente ejecutivo de Real Hotels and Resorts y director de Grupo Poma. Estudió Administración Hotelera en la Universidad de Cornell, Nueva York, y ha ocupado distintos cargos en cadenas tan prestigiosas como Choice Hotel. Su tiempo lo comparte, además de con su familia, con la música. Es fundador del grupo de blues Steady Rollin Band.

Está convencido de que el éxito se logra con la diferenciación, con la creación de ventajas competitivas únicas y sostenibles en el tiempo. Es el creador de estrategias y conceptos como el mejor descanso con dispositivos y comodidades en las habitaciones de sus hoteles y el lugar donde estar (the place to be) para que el huésped pueda encontrar todo el entretenimiento sin tener que salir del hotel.

Las oportunidades para aportar algo a la organización de su parte están centradas en la innovación constante y en lo que él mismo denomina como el renacer del humanismo, es decir, realizar actos inesperados de aprecio entre empleados y huéspedes, todo ello con el propósito de mantenerse, por lo menos, cinco años adelante de la competencia. Cree  firmemente en que las ideas deben venir de todos los niveles de la organización.

Alberto Poma

Miembro de la cuarta generación de la familia Poma, desde 2012 ocupa el cargo de director ejecutivo de Grupo Roble, dedicado a la construcción y operación de centros comerciales y bienes raíces, principalmente vivienda. Estudió la licenciatura en Ciencias y Administración de Empresas y Finanzas en la Universidad de Washington y tiene una maestría en Economía y Finanzas.

Es el responsable de desarrollar nuevos diseños y conceptos de multiplazas comerciales que no sólo sean funcionales, sino atractivos tanto para clientes como para los propios inquilinos. Ha incorporado en dichos desarrollos elementos tecnológicos de última generación en cuestiones tan importantes como arquitectura y espacios, audio, iluminación y conectividad.

Su principal aporte a la organización es mantenerla  financieramente sana con un crecimiento sostenido, así como la renovación constante. La innovación es una de sus cualidades.

Diego Herrera

Este joven empresario pertenece a
 la quinta generación de la familia fundadora de Grupo Pantaleón,
que iniciara Manuel María al comprar la finca que lleva el nombre del grupo en el año 1848. El ahora ceo de Pantaleón ha sido el responsable de mantener su liderazgo regional mediante la aplicación de estrategias de modernización, innovación y diversificación.

Su experiencia en la banca de inversión, desarrollo de bienes raíces y en la propia industria azucarera, le ha permitido mantener sanas las finanzas del grupo desde 2009, cuando la junta directiva contrató a Boston Consulting Group para asesorar a la empresa en diversos temas de estrategia y la creación de una unidad central de inversiones, en la cual fue invitado
a participar como chief investment o officer (cio).

Como ceo de la empresa, sus aportes principales tienen que ver con la reinvención e innovación. Ahora la oportunidad para aportar algo nuevo a la organización radica en la visión que tenga para continuar con la diversicación ordenada buscando productos y servicios, como la generación fotovoltaica de energías limpias.

Diego estudió Administración de Negocios en la Universidad de Georgetown y tiene una maestría en Finanzas por la London Business School.

José Manuel Bern

Miembro de la segunda generación de la familia, este joven empresario estudió ingeniería civil en la Universidad Georgia Tech, en Atlanta, Georgia, y tiene además una maestría en Negocios por la Universidad de Georgetown. Se integró a Empresas Bern prácticamente al concluir sus estudios universitarios y actualmente es su vicepresidente ejecutivo, además de que preside el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá.

Ha aplicado su vasta experiencia en entender bien el sector de la construcción panameño, uno de los más dinámicos de Latinoamérica.

Con habilidades similares a las de un piloto de Fórmula 1, su principal aportación a la empresa en el futuro inmediato será identificar las oportunidades del mercado para tomarlas o dejarlas ante una competencia absoluta, tal es el caso de la Global Business Terminal, que es un complejo de negocios principalmente enfocado en ejecutivos multinacionales que buscan instalarse en Panamá.

Diego Vallarino

Vicepresidente de Desarrollo Inmobiliario de Grupo Verde Azul, pertenece a la tercera generación dentro de la familia y sus negocios, enfocados en el desarrollo y la administración de bienes raíces, proyectos turísticos y soluciones logísticas y en el manejo de carteras de inversión y capital de riesgo.

Al joven empresario le toca administrar la construcción de proyectos inmobiliarios residenciales y hoteleros. Es ingeniero industrial por la Cornell University y tiene dos maestrías, una en Negocios Bancarios y Financieros por la Universidad de Alcalá y otra en Administración de Negocios por la Harvard Business School.

Con la experiencia que le dan sus más de 13 años como profesionista exitoso, la oportunidad para aportar algo nuevo a la organización está centrada en identificar, estructurar y ejecutar nuevas oportunidades de inversión.

Adriana Cisneros

Integrante de la tercera generación de la familia Cisneros, es nieta de don Diego, quien en 1929 fundó el grupo con un pequeño negocio de transporte de materiales. Es la actual ceo, vicepresidenta del grupo y heredera de su padre, Gustavo, presidente del Consejo Directivo, quien le pidió a Adriana ocupar el puesto. La organización cuenta con tres unidades de negocio: Cisneros Media, Cisneros Interactive y Cisneros Real Estate.

Desde su llegada al puesto, no ha dejado de innovar e introducir ideas, productos y conceptos tendientes a potenciar al grupo y a cautivar nuevos públicos, como los millennials. Ha sido el cerebro detrás de negocios como las teleseries, estrategias multipantalla y multiplataforma, ecommerce, la marca Miss Venezuela y ha tenido la visión de expandirse a otros mercados, como el angloparlante del Continente Africano.

Egresada de la Universidad de Columbia, tiene una maestría en Periodismo por la Universidad de Nueva York y se graduó en el Programa para el Desarrollo de Liderazgo de Harvard.

Eduardo Aizenman

Pertenece a la Tercera generación de la familia Aizenman de costa rica. Es nieto de Ignacio Aizenman, quien en 1960 fundara la primera agencia de distribución del modelo automotriz Datsun de Nissan, e hijo menor de Salomón. Actualmente, es director general de Veinsa Motors, cargo que ocupa des- de el año 2012 y que ha impulsado con la introducción de nuevas líneas y segmentos.

Aizenman estudió administración de Empresas y poco a poco se ha convertido en un elemento funda- mental para impulsar al grupo hacia la tercera década del siglo XXI.

Su principal fortaleza y aporte es el desarrollo de nuevos negocios a través de un crecimiento sostenible con base en lo existente.

Las responsabilidades de Eduardo abarcan desde la mercadotecnia y las finanzas del grupo, hasta la logística y la implementación de estrategias de venta y servicios, la selección de personal, la mejora continua y, sobre todo, la búsqueda de nuevas inversiones y mercados. Recientemente, Veinsa introdujo a sus distribuidoras la marca Maserati.

Eduardo Pellas

Apenas iniciaba el mes de diciembre del pasado 2016 cuando Carlos Pellas, presidente del Grupo Pellas, anunciaba el relevo de Robert Collins, quien fuera ceo por 17 años de la Rum Trading International, comercializadora a nivel internacional del ron Flor de Caña y uno de los principales artífices para que esa marca pasara de ser un ron conocido en Nicaragua y Centroamérica a estar entre los primeros cinco a nivel global.

En el mismo acto Carlos Pellas hizo oficial el nombramiento de Eduardo como ceo de Flor de Caña Global y de la Compañía Licorera de Nicaragua (CLNSA), con la misión fundamental de con- solidar y ampliar el mercado de

la marca, la cual tiene presencia en más de 46 países. Su principal aporte con miras a la tercera dé- cada del siglo xx será, además de identificar posibles joint ventures, fusiones y adquisiciones, fortalecer la parte de responsabilidad social a través de su proyecto propio Zona Deportiva.

El joven empresario, quien es economista por la Universidad de Stanford y tiene una maestría en Administración de Negocios por la Northwestern University-Kellogg School of Management, es miembro de la cuarta generación familiar y heredó el olfato para los negocios de Francisco Alfredo, quien en 1875 iniciara en la producción azucarera y la operación de barcos de vapor.

Carlos Calleja

De la tercera generación de los Calleja, es hijo de Francisco, quien lleva más de 53 años al frente del grupo del mismo apellido, bajo la marca de Súper Selectos. Estudió Economía y Ciencia Política en el Middlebury College y tiene una maestría en Administración y Negocios por la New York University School Business.

Es el actual director general del grupo y responsable de su desarrollo y crecimiento en El Salvador. Ha sido el responsable de introducir servicios como

la recepción de remesas de salvadoreños que viven en el extranjero y de productos como la Gift Card, que ha revolucionado algunos sistemas de compensación y premios.

Una de sus mayores aportaciones es impulsar la sustitución de importaciones para desarrollar una industria productiva agrícola local. En sus tiendas, actualmente, 65% de los productos de frutas y verduras es local.

Información de Forbes Centroamérica.