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PNUD – ONU Mujeres: América Latina y el Caribe sigue siendo la región más violenta para las mujeres

Alma Solís

asolis@anpanama.com

(Ciudad de Panamá-ANPanamá). América Latina y el Caribe es la región  que registra las tasas más altas de violencia contra la mujer fuera de la pareja y la segunda más alta dentro de ella. Este fue el resultado del informe  "Del compromiso a la acción: políticas para erradicar la violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe, que presentaron el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONU-Mujeres

El documento reconoce que si bien los países latinoamericanos han aumentado en número las políticas nacionales de protección para las mujeres, de 24, en 2013 (74%) a 31, en 2016 (94%); sigue siendo la región más violenta del mundo para ellas.

El informe sobre violencia contra las mujeres de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)-ONU Mujeres, fue lanzado en el parlamento regional (Parlatino) con más de 120 legisladores, este miércoles 22 de noviembre en Panamá.

“América Latina ha avanzado mucho en los marcos normativos que reconocen la violencia contra las mujeres como un fenómeno social que afecta a las mujeres, sus familias y comunidades, el desarrollo sostenible y la protección de los derechos humanos; el problema persiste, pero que las altas tasas de violencia contra las mujeres siguen siendo un desafío grave” señala.

El estudio alerta que el número de homicidios femeninos (femicidios / feminicidios) está en aumento, y dos de cada cinco son resultado de la violencia doméstica. Además, alrededor del 30% de las mujeres han sido víctimas de violencia por parte de su pareja y el 10,7% han sufrido violencia sexual fuera de la pareja, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 Al respecto, Alma Viviana Pérez, asesora Regional en Paz y Seguridad de ONU Mujeres para América Latina y el Caribe, explicó en conferencia de prensa que entre los nudos más críticos que se encontraron están: la necesidad de fortalecer el liderazgo político de los mecanismos institucionales para que el adelanto de las mujeres sea transversal  y se pueda incidir y transferir a otras entidades para que incidan las políticas públicas del resto del Estado. El otro factor es la necesidad de tener los fondos necesarios para que se apliquen y sean efectivas estas políticas  y que alcancen a todos los sectores de la sociedad.

Para que esto se de se necesita la institucionalidad del tema, y se requiere que se creen,  conjuntamente, respuesta integrales para la problemática de las mujeres, dijo Eugenia Piza-Lópe, Team Leader del Clúster de Género del Centro Regional del PNUD para América Latina y El Caribe de Género.

Piza-López también hizo referencia a la necesidad de tener más datos para entender mejor la problemática, ya que muchas veces solo se mide violencia intrafamiliar y no otros tipos, como la violencia en espacios públicos.

En cuanto a los avances de Panamá, se indicó que en términos legales el país está cumpliendo, pero el tema está en cómo se están implementando estas leyes y cuántos son los fondos con que se cuentan.

Igualmente, se hizo un llamado a fortalecer, tanto al Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) como al resto del  Estado panameño, para que se aborde mucho más la violencia contra la mujer.

Alma Viviana Pérez recordó que Panamá tiene un compromiso central en los espacios internacional con el tema y que la actual vicepresidente y canciller, Isabel Saint Malo de Alvarado, lidera el grupo de la Coalición Internacional de Igualdad Salarial de Naciones Unidas.

Campaña Únete

El informe invita a generar pactos sociales entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para involucrar a todos los actores relevantes; la creación de planes nacionales a nivel local y políticas con un enfoque multidimensional; fortalecer las acciones de reparación de las víctimas, especialmente aquellas enfocadas en su empoderamiento económico; y trabajar con los hombres, especialmente los jóvenes, para sumarlos como socios en la lucha para terminar con la violencia contra las mujeres.

El reporte se lanza como parte de la campaña "Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres", que reúne a varios organismos de las Naciones Unidas.

Adicional al informe regional, se estarán dando a conocer unos 33 informes por país, incluyendo Panamá, el cual se conocerá el próximo 5 de diciembre.

 

NUDOS CRITICOS PARA AVANZAR

  • Necesidad de robustecer el liderazgo de los Mecanismos Institucionales de la MUJER (MAM). para el adelanto de las mujeres para dinamizar, dirigir y gestionar planes y políticas.
  • Insuficientes recursos presupuestarios  para la implementación de las políticas y/o planes nacionales de la violencia contra las mujeres.
  • Debilidad en la continuidad de la implementación de las políticas públicas y planes nacionales.
  • Respuesta institucional fragmentada y con poca coherencia.
  • Falta de Sistemas de información y medición robustos sobre la violencia contra las mujeres que permita entender la dimensión del problema y diseñar políticas y respuestas basadas en evidencias.
  • Planes no llegan suficientemente a los niveles sub-nacionales y locales.
  • Persistencia de patrones culturales patriarcales que naturalizan la violencia contra las mujeres, que afectan tanto a la sociedad como a las instituciones mismas encargadas de implementar planes y políticas.
  • Insuficiente monitoreo y evaluación del impacto y alcance de las políticas y/o planes nacionales.

RECOMENDACIONES

  • Pactos sociales entre  gobierno, sector privado y sociedad. para generar el compromiso de todos los actores relevantes para erradicar la violencia contra la mujer
  • Planes nacionales a nivel local para garantizar que las autoridades locales y otros actores trabajen para abordar la violencia contra las mujeres en sitio.
  • Políticas con enfoque multidimensional que aborden los distintos factores que contribuyen a eliminar la violencia contra la mujer.
  • Intervenciones estratégicas que aborden los aspectos prioritarios y que tengan un efecto multiplicador.
  • Llevar el compromiso a la realidad: asignar recursos suficientes para la implementación de los planes.
  • Fortalecer las acciones de reparación para las víctimas, especialmente las de empoderamiento económico para ayudarlas a  salir  de situaciones de violencia.
  • Trabajar con los hombres para transformar  las masculinidades violentas;llevar programas a las escuelas y lugares de trabajo, y trabajar con hombres, especialmente los jóvenes,  como  socios en la lucha por la erradicación de  la violencia contra las mujeres.
  • Participación de las organizaciones de mujeres y los actores sociales en el diseño y monitoreo de las políticas y programas.