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ONGs latinoamericanas exigen a gobiernos dar “prioridad” a la educación

(Ciudad de Panamá ANPanamá) La Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (Reduca) exigió a los gobiernos de la región convertir en “una prioridad” la educación para poder “luchar contra la inequidad y la falta de calidad en los aprendizajes de nuestros menores”.

“El Manifiesto REDUCA 2019 tiene un claro mensaje: la Educación debe ser una prioridad en Latinoamérica. Solo esa prioridad nos permitirá luchar contra la inequidad y la falta de calidad en los aprendizajes de nuestros menores. Esta es una responsabilidad de los ciudadanos y de las autoridades y son estas últimas a quienes reclamamos una acción vigorosa y sostenida, como principales titulares de las obligaciones correspondientes al derecho de aprender” dijo el secretario general de la plataforma de oenegés, Manuel Álvarez-Trongé.

Reduca, en asociación con la Fundación Sura, publicó recientemente el estudio “Aprender es más”. Este estudio presenta un análisis de la situación en la educación de catorce países, así como recomendaciones para continuar avanzando en la garantía del derecho a aprender de todos los niños, niñas y personas jóvenes latinoamericanas.

A partir de esta publicación, Reduca lanzó una declaración en la que señala 5 retos de la región, que están estrechamente relacionados con metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo cumplimiento continúa siendo un desafío para América Latina.

Estos retos son: Que se “garanticen trayectorias completas” del ciclo educativo desde los 3 años de edad hasta el fin de la vida. Resaltan que para priorizar, “necesitamos políticas públicas enfocadas a aumentar la atención integral para la primera infancia y lograr el acceso universal a la educación preescolar (o Parvularia) al menos desde los 4 años. Sin embargo, actualmente el acceso a este nivel de educación es limitado en la región: en promedio sólo 75,9% de las niñas y niños latinoamericanos de 4 a 5 años asisten a la escuela. En Honduras, El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Paraguay no llegan al 70%.

Además, que “Se garantice aprendizaje con sentido”, lo que significa ofrecer a cada estudiante la oportunidad de aprender y desarrollar las competencias necesarias para el mundo actual, en vinculación con las necesidades de su contexto e integrando sus intereses y motivaciones, de modo de contrarrestar los factores que inciden de manera negativa en su aprendizaje.

“Potenciar el rol de docentes y directivos” que trasciendan los gobiernos e impacten la calidad de los aprendizajes de los estudiantes. Como muestra la literatura, la calidad de los sistemas escolares es proporcional a la calidad de sus docentes y es uno de los factores críticos para la mejora de los aprendizajes, es otra de las exigencias.

Sumar esfuerzos por medio de alianzas porque “abordar los retos que plantea el derecho a aprender requiere un esfuerzo de los gobiernos, de la sociedad civil y del sector productivo”.

Exigen “Ir más allá de las pruebas estandarizadas”: La evaluación en los procesos de aprendizaje es fundamental, no sólo para saber, a nivel de aula, si se están cumpliendo los objetivos de las definiciones curriculares para la formación de cada niño, niña y joven, sino también para orientar las políticas públicas en cada país. “La educación –recuerdan- es un proceso mucho más rico y complejo que las habilidades evaluadas en las pruebas estandarizadas u otros instrumentos de gran escala, pero la disponibilidad de la información que brindan desata una necesaria conversación ampliada para las decisiones de políticas públicas basadas e informadas en evidencia”.

“Demandamos a los gobiernos que tomen acción pronto”, reiteró Reduca.