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Centroamérica se blindará para detener “inhumano” flujo irregular de migrantes

(Ciudad de Panamá ANPanamá) Centroamérica está dispuesta a blindarse para “poner fin” al tráfico humano de migrantes extracontinentales y desde el Caribe que buscan llegar a Estados Unidos, expresaron sus representantes en una cita celebrada en Panamá este jueves con presencia de EE.UU. y Colombia.

La reunión fue abierta por el ministro de Seguridad de Panamá, Rolando Mirones, quien enfatizó que se trata “de un problema regional que requiere de buscar soluciones entre todos” y comprometió el apoyo de Panamá para darle fin a la violación a los derechos humanos que significa el tráfico de inmigrantes.

Mirones resaltó que los migrantes “son engañados” porque los traficantes les ofrecen algo “que no van a cumplir” y recalcó que es necesaria la cooperación y el intercambio de información de inteligencia para combatir a las mafias que “cometen un delito más grave que el tráfico de drogas, porque estamos hablando de seres humanos”, de los que lucran entre 25.000 a 50.000 dólares por persona “vendiéndoles un sueño que casi nunca cumplen”.

El secretario de Seguridad Interino de Estados Unidos, Kevin McAleenan, expresó en su corta intervención el reconocimiento de esa nación a los esfuerzos de Centroamérica para contener el flujo de migrantes hacia Norteamérica y saludó la incorporación de Panamá y Colombia al grupo de trabajo.

El ministro de Gobernación de Guatemala, Enrique Degenhart, celebró que el “esfuerzo iniciado hace diez meses por el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador)” se refuerce con la incorporación de Costa Rica y Panamá, además del de Colombia, lo cual “muestra el compromiso” regional para controlar los flujos migratorios irregulares que “se han convertido en un problema para la seguridad interna” del istmo centroamericano.

Degenhart anticipó que “el próximo paso es que se sume México, para cerrar la región a esos flujos” y reiteró que los fundamentos de esta iniciativa se mantienen, y es no solo contener el tráfico humano, sino de armas y drogas, a nivel regional.

El ministro guatemalteco aseguró que “del diálogo político inicial” se está encaminando las reuniones “a acciones prácticas” para solucionar “el grave problema”.

Los representantes de Colombia, Costa Rica, El Salvador y Honduras también coincidieron en lo complejo del problema, como están creciendo los flujos de inmigrantes desde Venezuela, y la necesidad de unir esfuerzos para darle solución y desmantelar las bandas de traficantes.

Particularmente el director de Migración de Colombia, Christian Kruger, expresó que no solo en la selva del Darién colindante con Panamá se da el flujo de migrantes, sino que desde la frontera oriental con Venezuela están detectando el ingreso de extracontinentales y otras nacionalidades distinta s a los venezolanos “que pasan para buscar un plato de comida”.

El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, anticipó que “no es viable” una eventual propuesta estadounidense de recibir a migrantes africanos y asiáticos en su país y anunció que descartó construir un refugio en Darién, presupuestado por el gobierno anterior, a un coste de 9 millones de dólares, lo que Mirones ratificó a los periodistas luego de inaugurada la cita.

El  ministro Mirones confirmó que Cortizo no se reunirá con McAleenan y reiteró que Panamá “cumplir con su deber” y “no permitirá que siga el flujo de migrantes”, pero en una acción conjunta, aunque no confirmó si está dispuesto a cerrar la frontera de Darién, que colinda con Colombia.