Criterios de ESG son la nueva referencia para la inversión en una empresa
Leoncio V. Berrío M.
lberrio@anpanama.com
(Ciudad de Panamá-ANPanamá) Los criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG por sus siglas en español y ESG, en inglés) se refieren a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa, y en los últimos años se han convertido en la referencia de la inversión socialmente responsable.
Según Mauricio Carrandi, director general de LLYC México, las empresas incorporan cada vez más a su lenguaje estas tres siglas, ya que el peso que estos criterios tienen para los inversores en el momento de elegir una u otra inversión, es clave.
La inversión sostenible y responsable (ISR) es una filosofía de inversión que integra los ESG en el proceso de estudio, análisis y selección de valores de una cartera de inversión, y tiene que ver que originalmente fue una determinación de reguladores como la Bolsa de Valores de Nueva York.
Es una tendencia que en Latinoamérica ya no para, sobre todo porque los impactos a nivel de medio ambiente son particularmente sensibles al ser una zona con amplios recursos naturales, y la parte social claramente la manera de conectar las empresas con sus comunidades es a través de acciones sociales.
Esta regulación es para comprometer de alguna manera a las empresas a tener este triple juego del cuidado del medio ambiente, una labor social importante y cuestiones de gobiernos corporativos que permitiera a los inversionistas tener más certezas sobre las inversiones de las empresas y sobre sus perfiles éticos.
“Es interesante porque originalmente tiene su origen en estos escándalos corporativos que sucedieron a principios del siglo y que tiene que ver con comprometer a las empresas a tener mejores prácticas en términos generales”, sostuvo Carrandi.
Explicó que aparecieron por allí las determinaciones de compromisos sociales de las empresas y aparecieron por allí los compromisos de sostenibilidad dictados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, ratificados en muchas de las reuniones de sostenibilidad que hacen en las Naciones Unidas.
“Finalmente se acuña este término que tiene que ver con la operación de las empresas y sus compromisos sociales, en distintas capas y en distintas formas de ejecución, yo diría que los principales actores que comenzaron a reportar EGS fueron las empresas públicas por obvias razones”, dijo Carrandi.
Agregó que se ha visto en los últimos meses que es una misión muy importante de los mercados, entre ellos los mercados del consumidor, los mercados financieros y los mercados de acción de capital, para que las empresas tengan un compromiso y que lo tengan incluso en sus ventas.
En Latinoamérica está sucediendo un fenómeno interesante, en el sentido de que lo que originalmente eran estrategias de cumplimiento de normas, la presión del mercado ha hecho que hoy se vea al ESG más como un asunto de valor sobre las empresas, y un asunto de capital para las empresas.
“Yo creo que en Latinoamérica estamos en distintos estados de cumplimiento, vamos un poco atrás de economías mucho más evolucionadas, desarrolladas como probablemente sean las europeas, si consideramos que la conciencia del cuidado del medio ambiente empezó por empresas grandes”, manifestó Carrandi.
Comentó que el impacto que puedan tener las ESG en las empresas es que las empresas nos van a tener acceso a cadenas de suministros grandes, no van a tener acceso a financiamiento y muchos de sus productos van a estar limitados en mercados más sofisticados como pueden ser el estadounidense o el europeo.
“Los reguladores están cada vez más pendientes de que los cumplimientos de ESG estén derivados a toda la cadena de manufactura y a toda la cadena de suministro. Es una tendencia que empezó por una buena manera de hacer comunicación corporativa, pero cada vez más están teniendo que hacer evidentes sus estrategias para poder acceder a capitales, a negocios industriales y de manufactura”, concluyó.