Agencia de Noticias Panamá
Entrevista y análisis

Citibank catapulta a Scotiabank en el ranking bancario panameño

Mientras Scotiabank pasa a ser el segundo banco más grande en tarjetas, su nuevo gerente asegura que están apostando a la clase media creciente y que aprovecharán la venta cruzada entre sus productos.

Alma Solís

(Ciudad de Panamá-ANPanamá). El reciente anuncio hecho por The Bank of Nova Scotia (Scotiabank) sobre la  adquisición de  las operaciones de Citibank en Panamá colocó a esa entidad canadiense en el ‘top’ de la cartera de consumo en Panamá y la convirtió en el segundo banco con mayor número de tarjetahabientes en el país, con el 18% de ese producto.

Scotiabank se instaló en Panamá desde 1974 y mantuvo  una presencia modesta hasta el 2008. Ese año se inició un plan de expansión que lo llevó a duplicar sus operaciones, pasando de cinco a diez sucursales para finales del 2009, un crecimiento que fue de forma orgánica. Otro elemento que lo complementó fue la compra de las operaciones del banco francés BNP Paribas, que abandonó Panamá en el 2010.

La estrategia de Scotiabank en Panamá ha sido clara; busca posicionarse entre los primeros lugares en el sistema bancario panameño, aunque “no hay un número mágico” de hasta dónde quieren llegar, aseguró Néstor Blanco, quien llegó hace poco menos de tres semanas a asumir el cargo de gerente general de Scotiabank en Panamá.

El banquero, quien habló con la Agencia de Noticias Panamá (ANPanamá) sobre los planes a corto y mediano plazo, explicó que la aprobación de la compra venta y posterior integración de las operaciones estaría tomando un tiempo. Lo más probable es que para el próximo año estén completamente integrados; mientras tanto, añadió, continuarán con sus planes de expansión ya establecidos.

Una vez se complete la transacción, el equipo de ejecutivos de Scotiabank estará viendo el mapa de su posicionamiento para tomar las decisiones sobre las sucursales o nuevos productos. El gerente adelantó que están apostando a la clase media creciente y que aprovecharán la venta cruzada entre sus productos.

La estrategia, explicó Blanco, es que aprovecharán las sinergias creadas y harán venta cruzada de productos; por ejemplo, a los clientes de tarjetas de crédito que obtuvieron de Citi les podrán ofrecer algunos de sus productos en los que son fuertes, como las hipotecas, en las que ya cuentan con un saldo de US$764 millones; de  igual manera, a sus clientes hipotecarios les ofrecerán su nuevo producto de tarjetas.

“Creo que esta es una transacción suficientemente grande como para concentrarnos, primero, en obtener la aprobación regulatoria y luego, integrarnos, fusionarnos con una operación”, manifestó Blanco, a quien, en medio de su mudanza de Canadá a Panamá, le correspondió estar al frente de las operaciones panameñas durante el anuncio de la compra.

“Planes tenemos y teníamos, nosotros tenemos 17 sucursales y esto nos añade 13 más; lo más probable es que pasemos el proceso de integración, absorbamos esto de la forma que lo tenemos que absorber y una vez estemos cómodos, nos sentaremos a ver el país y dónde estamos”, dijo el banquero.

Sin embargo, no se ha cerrado la chequera, ya que indicó que en los mercados donde “están y van a seguir”, estarán siempre abiertos a ver las posibilidades que existen, lo que indica que aún se mantiene su apetito por seguir creciendo.

¿Cómo queda la operación?

Actualmente Scotiabank opera con US$2.700 millones en activos, 17 sucursales y 22 cajeros automáticos. Y tiene aproximadamente  27.000 clientes en Panamá. Al menos 13 sucrsales más estaría aportando Citibank.

Esta operación catapulta a Scotiabank dentro del mercado de tarjetas, principalmente. De acuerdo con la información de la Superintendencia de Bancos de Panamá, hasta abril de este año Scotibank tenía saldos en su cartera de consumo por US$78 millones, de los cuales US$3,3 millones eran de tarjetas de crédito, mientras que Citibank Panamá tiene US$362,9 millones en consumo y US$262,8 millones pertenecen a tarjetas de crédito, las que pasarán a la entidad compradora. Al completarse la compra, Scotiabank se colocaría en la octava posición dentro del ranking de consumo y sería el segundo más grande en tarjetas de crédito, solo superado por Bac Panamá.

El monto total de la cartera de Scotiabank en Panamá es de US$2.216 millones, y lo que habrían comprado de Citibank Panamá son US$457 millones.

“El banco, como plaza en Panamá, nosotros como banco ya teníamos un plan orgánico de movernos hacia ese segmento en el que quizás no estábamos tan presentes, como tarjetas de crédito y el segmento medio de la parte comercial, y es precisamente lo que estamos haciendo”, aseguró el banquero.

Sobre la calidad de la cartera que recién han adquirido y con el trabajo de due diligence, dijo que se sienten cómodos, aunque no habló de cifras.

Entorno

La apuesta por Panamá parece estar más que clara, al aumentar el tamaño de sus operaciones y también en el positivismo que refleja Blanco, quien reconoció su optimismo en cuanto a las expectativas de crecimiento del país.

“Si te pones a pensar que tenemos mercados que crecen entre el 1% el 2% como el canadiense y hay otros que crecen tres y cuatro veces más. Las proyecciones más conservadoras sitúan el crecimiento panameño entre un 4% a un 6% para los próximos años”, enfatizó.

Este crecimiento económico que ha impulsado la clase media en el país, que tiene un gran porcentaje por bancarizar “La apuesta es a la clase media creciente que tiene un país como Panamá, en donde la gente todavía se integra con importancia al mercado financiero, a bancarizarse, y esa es la puesta que estamos haciendo, a estar presentes y ser parte de esa integración”, dijo.

Reconoce que el país tiene una fuerte competencia en el mercadeo bancario y que existen grandes jugadores con los cuales se han enfrentado en otros mercados, pero dejó ver que, sin duda, el hecho de comprar las operaciones de Citibank indica que están dispuestos a dar la batalla.

Una pregunta que no podía faltar en la conversación es qué piensa la banca canadiense, específicamente Scotibank, de la lista en que se encuentra Panamá de países no cooperadores en temas contra el blanqueo de capitales, la llamada lista gris.

“Es un tema que seguimos de cerca, y nos sentimos muy cómodos con nuestras propias metodologías globales y sistemas de cumplimiento. Sentimos que Panamá como país está siguiendo los pasos adecuados para salir de la lista, lo cual sería positivo para el mercado y para nosotros”, dijo Blanco.

En cuanto a lo que podría aportar él como gerente, Blanco considera que el hecho de haber cubierto el área Centroamérica y México y ser venezolano, le ayuda a entender el mercado; además, el haber pasado 11 años en la organización en Canadá, le permite conocer también la cultura de la organización.